La poesía es un inalcanzable oasis en medio del desierto.
El poema es la sed.
El resto son espumosos espejismos.
lunes, mayo 31, 2010
eduardo dalter - poeta de garra y palabra - buenos aires - argentina
5 poemas (2006 - 2009)
TIWANACU Los pueblos originarios vuelven
A Nidia, en Tiwanacu
Cuando la tierra habla, cuando las entrañas y los fondos estremecidos hablan, también lo hacen en sus lenguas milenarias sorprendentes, y redivivas bajo el sol. Cuando los lechos de las aguas hablan, lo hacen con sus minerales vastos, inmemoriales y profundos. Cuando las semillas y las raíces hablan, abren alas, ojos y caminos en el aire y en los pechos, como un irrumpir soleado de la vieja historia que alumbra todo (hasta la noche) y fertiliza todo, para proseguir la marcha.
Buenos Aires, 21 de enero, 2006
DESTINOS (Casi una poética)
Tu destino te sorprenderá cada momento. WILLIAM BLAKE
A José Antonio Cedrón y a José Emilio Tallarico
Desde qué orilla abrir, cerrar los ojos; desde cuál punto de qué orilla. Cada orilla, cada punto de orilla adelanta, en su cielo y horizonte, una respuesta diferente que supone cada palabra que se imagine o que se diga. Todo camino comienza a abrirse según donde decida afirmar uno los pies y hacia dónde apunte uno su historia y su mirada. Uno eligió –o eligió por uno el fuerte viento– cada segundo, cada rumbo, cada sendero ahondado o vasto y nada puede salvarse en un cruce ni en un momento solo que se abra. La suerte, o mala suerte, siempre estuvo despierta y estuvo echada como una apacible leona al pie del árbol.
9 DE JULIO Souvenir patrio
La nieve cae lentamente (cada vez más lentamente), como desde un sueño o un olvido, y así se ve también desde los umbrales desolados o sin tregua y desde los parques sin un alma, mientras va quedando todo, todo debajo y espumoso, como en una historia de alegrías y de sombras —una historia, una historia blanca, blanqueada—, todo neblinoso y semioculto, entre bullicios y reflejos, cuando la hora avanza, avanza, también lenta (casi solitaria), y anochece.
Buenos Aires, 9/ 10 de julio, 2007
LA LLAMA y el fotógrafo
Pobrecita; pero así, nadie la azota ni la hiere; sólo debe andar disfrazada como algunos de nosotros —en su caso con un sombrero rojo y una felpa bordada sobre el lomo—, y así toda la tarde, en el borde más arbolado de la plaza, donde tantas gentes cruzan, conversan, o se abandonan pensativas en los bancos de madera, hasta que alguien desea tener una foto de su niño con una llama reluciente de colores, y entonces todos se arraciman y sonríen, y la llama, por un momento libre del cordel, posa compasiva, indiferente y bella para siempre.
VAMOS, PUEBLO...
Desde aquel niño que iba por las trochas entre Oruro y Cochabamba y se perdía en la lejanía con sus llamas hasta estos años, estas contingencias, en que se debe escuchar, en voz rabiosa, "tumben al indio", hay una dura mar popular que ondea sentida desde El Alto a las fronteras. Una diaria historia vibra desde los pechos y los soles milenarios a las honduras polvosas de las minas y hasta los verdes más íntimos, laboriosos y soleados, bajo un flamear de memorias heridas, de brazos y de augurios.
Eduardo Dalter nació en Buenos Aires en 1947. Es autor, entre otros libros,de Silbos (1986), Bocas baldías (2001) y Hojas de ruta (1984-2004), editadoen 2005. Colabora en Casa de las Américas, entre otras publicaciones. Diseñóy coordinó los seminarios de poesía latinoamericana en la Facultad de Filosofíay Letras de la UBA.
lunes, mayo 03, 2010
Marta Goddio - poeta de palabras río - Llambi Campbell - Santa Fe - Argentina
El siglo avanza ciego entre la multitud
Se abre paso entre los muros
Se mezcla con la humanidad en eterno exilio
Millares de voces lo aturden
Millares de manos esculpen su abismo
Le tienden trampas
Pero el Siglo avanza, buscador innato
de los signos místicos
de los saberes antiguos
de las huellas perdidas
El siglo avanza con las manos quemadas
herido de guerra vaga por calles desoladas
mudando historias y personajes
Atraviesa sigiloso los submundos ocultos
El siglo avanza reclamando
Algo más que la lumbre transitoria de un verso
Es un desterrado más.
Sin tiempo para su tiempo.
***
SUCESOS MÍNIMOS
II PROFECIAS
Sucederá el tiempo:
las mares embravecidas
serenarán su oleaje.
Sus lenguas saladas penetrarán
el terciopelo espeso
de un cielo diáfano.
Será el tiempo en que la luna
parirá inmaculadas auras.
Infranqueables armaduras,
luminosas corazas
protegerán a los que aman..
Sucederá el tiempo
donde risa y trino
armonizarán en himnos
de universales conciertos
Sucederá el tiempo,
en que los buscadores
hallarán al fin, desnuda,
a la belleza
para abrazarla
definitivamente,
sin pudores.
SUCESOS MÍNIMOS.
III
Una legión de libélulas invade los parques
Presagio de tormentas.
Una rana gime por un auxilio inútil
presa de las fauces de una culebra
que la arrastra impiadosa
a la oscuridad del túnel de la alcantarilla.
Mientras tanto,
un hombre acomoda sus harapos
una estrella fugaz cae en una almohada
de sueños mendigos de ternuras
Se quema un nombre y deja en la frente
sus cenizas.
Mientras tanto,
un helecho resurge reliquia entre los escombros
un colibrí tornasola el aire en estela esmeralda
Y desde los balcones grises de los enigmas
los dioses olvidados barajan y reparten
los naipes signados de nuestro destino.
***
SUCESOS MÍNIMOS
IV
Viajo hacia el fondo del cántaro
que derrama todos los licores
en la copa infinita del asombro
A eucaliptus recién llovidos sabe la mañana
De pájaro recién nacido es el canto
Con sandalias de espuma exploro
universos de burbujas constelando
en la superficie del agua
Unas a otras se buscan
Juegan en las fronteras
de las formas imposibles
Se liberan, mutan sus figuras
hasta rozarse apenas
y sin embargo estallar
en multitudinarias gotas salpicantes de luz
cada cual cumpliendo su parte
compartiendo
la magnífica creación
de los sucesos cotidianos
**
Crujen los caparazones rotos
se rinden los sentidos
ante la efímera mueca
de la mar embravecida
*
Rompe el oleaje entre los peñascos
Por la línea del horizonte
en el azul más profundo
se fugan las gaviotas
Una bruma espesa las oculta
preservando misterios.
En la playa han quedado
las huellas de sus versos.
SUCESOS MINIMOS
V
L’ALMITA
El alma… l’almita…
Mariposa dibujando en vuelo
al mismo sol que la quema
L’almita…
Abriendo sus alas a la mano
en que confiada se posa,
Pigmentando el tacto, la huella
que sin querer la quiebra
L’almita…
Delicada transparencia
Frágil criatura
Vulnerable fluorescencia..
Peregrina silenciosa,
con el más débil suspiro,
le abre un tajo al cielo
implorando que la guarde..
Hasta que llegue el tiempo
Y la ternura libere
el beso que la sane.
***
SUCESOS MINIMOS
VI
Urgencias.
Urge atender el testimonio
de este cielo de infancias en flor
bajando en río caudaloso de miserias
inundando las calles y las plazas
socavando los murallones de esta ciudad ciega
Urge posar la mirada
en los desordenados ramilletes silvestres
creciendo guachos de abrazos
avanzando en oleajes de ojos que nos buscan
sin encontrarnos
hartos ya de promesas y de esperas
Urge ser gota de estas aguas
ser creciente en este cauce y en esta causa
de cascada blanca de risas sin dientes
de marionetas desnutridas
de infancias heridas.
SUCESOS MÍNIMOS
VII
Mientras una multitud de espectros
vaga por territorios inhóspitos
Mientras los cuerpos opacos, ruidosos
siguen el sinsentido juego forzado
de los flecos de la inercia,
una muchedumbre de siluetas
abre el capullo a los dijes naturales
Las copas vacías se colman
con el licor de la vida
suspende el péndulo la oscilación del viaje
el silencio anuncia con música de agua
un nuevo tiempo.
SUCESOS MÍNIMOS
VIII
Pócima de las musas:
Cuatro buenos pensamientos
macerados al rocío.
Tréboles tiernitos
florecidos de asombroso amarillo
Disolver un cuarto de luna líquida.
Dejarlo reposar hasta que aromen
Antes de servirlo,
Frotar suavemente las manos
en un puñado de espigas de lavanda.
Verterlo delicadamente
en el cuenco de una estrella
ofrecerlo a mano abierta,
sin temor al derroche
a todo aquel que encuentres
en los caminos.
Convidarlos
Convidarse
Con- vida –darlo
Con-vida-darse
SUCESOS MINIMOS
IX
A Belén Ramet, flor de Santa Lucía
que ha dejado el perfume de San Juan
encendido en los olmos de mi patio.
Trovadora
De los orígenes le llega el nombre
De las regiones de los nacimientos viene
De roca huarpe, corazón cordillerano
es la vertiente del canto que trae.
De los albores de sus ríos impetuosos
ella se revela trovadora de la luz
y se derrama en transparencias
desde los desiertos a las pampas.
Con la fuerza impetuosa del Zonda
atraviesa todas las murallas
Arenisca se me hace el alma
Remolino vertical que en su voz viaja.
Ella es la trovadora del Sol y de la Luna
de Huarac Hua, de los cerros mutilados
torrente de agua clara incitando a las piedras
tornarse poesía, cueca, memoria, tonada
SUCESOS MÍNIMOS
X
Por esas ciertas libertades
que aún no supimos conseguir
será preciso estar atentos
a las cadenas que no están rotas
a las mordazas que se ciñen
ahogando el grito sagrado
de este pueblo doliente y despojado.
Por estas ciertas libertades
que nos faltan conseguir
se requiere desenmascarar sin treguas
la conspiración de los fantasmas
Por la libertades que se nos niegan
es urgente desarticular las armaduras
de los urbanitas temerosos
solitarios vagabundos de la jungla
que aceleran el paso esquivando encuentros
en vertiginosa carrera hacia ninguna parte
De esta contemporánea maldición tantálica,
hace falta liberarnos.
De las mutantes caricaturas monstruosas
arrebatadoras de las risas, los encuentros,
la música, los sueños y la palabra
hace falta aún liberarnos.
Marta Goddio Llambi Campbell- Santa Fe- Argentina
martagt46 @yahoo.com.ar