sábado, diciembre 29, 2007


bob gurney / poeta punk-minimalista / profesor universitario / st albans / inglaterra






















El acebo

El Acebo


Estuve sentado
solo
en el Acebo
en Potters Crouch.

Vi entrar
a Clive
que murió
en su moto
hace años.

Robin,
gongorista
que se creía
Elvis Presley
entró
y se sentó.

Murió
de una enfermedad
nerviosa.

Una a una
las mesas
se llenaron.

Estaba Ken
que bebía
una botella de whisky
por día
y murió.

Y David
a quien encontraron
con un saco
sobre la cabeza
en el techo
de su casa.

Y Dick
que se ahogó
con su vómito
en un banco
en Aldbury.

Según dicen.
(Su esposa
no contesta
a mis mails.)

Luego entró John
mi hermano
y mi madre
y papá.

El pub estaba repleto.

Se me llenaron los ojos
de lágrimas
intenté salir
empujando la puerta
en vez de tirar.



Una bronca


Quería escribir un poema
sobre "La Guerra al Terrorismo"

sobre una manifestación palestina
contra la limpieza étnica
y Marks and Spencer's
en Oxford Street

sobre la poesía burguesa
y los poetas elegantes

sobre la cultura oficial
y la no-existencia
de los poetas no-oficiales

sobre el hecho extraño
que ciertos Estados
(no el mío, gracias a Dios)
quieren suprimir a los poetas
como a Lorca
y a Tilo Wenner

sobre el poder
que piensan
que éstos ejercen

sobre Platón
y su deseo de desterrar
a los poetas.

sobre el suicidio
oficialmente ordenado
de Sócrates

¿Por qué?

¿Qué es lo que nos dicen
los poetas?

Sobre la indiferencia
del público

sobre el apogeo
de los abogados
y sus mentiras
y la desaparición
de los poetas

sobre la superficialidad
de los eventos oficiales
sobre el aprovechar la volada
y subirse al carro

sobre el resurgimiento
de la humanidad
dentro de esta cosa absurda.

Pero no lo hice
escribí en su lugar
'La Sociedad de los Poetas Muertos'.



El castaño de Indias


Estaba sentado
en The Jolly Topers
en Round Green
mirando fijamente
el lugar
donde estaba,
antes,
el castaño de Indias.

Vi sus ramas
cargadas de candelas blancas
en la primavera.

Vi a los amantes
estrecharse
a la sombra.

Ya no están.

Un anciano
blanco como el papel
susurró:

"La última persona
a ser linchada
en Luton
la colgaron
de ese árbol."

Luego vi la cara
de un ahorcado
apretada contra el cristal.



Los muertos


Lo veo pasar
por el cementerio
aristócrata.

Se fija
si están
los poemas
que enterró
para agradar
a los muertos.

"Perfecto",
susurra.

Dice
que la gente
que habita ese lugar
manda saludos
y los respetos
que se merecen los poetas.

Le oigo
decirles
que somos
gente sencilla
sin veleidades.

Dice
que ellos
se ponen
contentos.

Uno le dice
que los visitantes
del lugar
son un poco
altaneros.

"Espero
que tus amigos
no cambien",
le suelta otro,
riéndose.


Escupiendo sangre

A Raymond Carver

Escupí sangre
en la noche
y me encontré esperando
una radiografía
leyendo el poema de Carver
sobre el perro de su hija
que fue atropellado.

Y luego escribió un poema
contando cómo le escribió ese poema.

Luego leí algo de su padre,
cómo murió,
y pensé en mi padre,
muerto
y lloré.



Floriseo y Muerto

Escribía ayer
sobre Buñuel y Larrea
y de una película
que querían hacer juntos
pero que no hicieron
llamada Ilegible, hijo de flauta.

Buscaba orígenes posibles
del nombre Avendaño
el compañero de Ilegible
en el guión.

De pronto se me ocurrió.

Escribía unos poemas
para Muerto
un libro planeado
por un amigo
en Río Negro.

Escribía al mismo tiempo
sobre Muerto,
personaje en una comedia,
la Comedia Florisea,
escrita por Francisco de Avendaño,
en 1551.

Escribía sobre cómo Muerto,
víctima de infortunios,
y Floriseo,
que padecía
de amor no correspondido,
hicieron un pacto de suicidio
y cómo, antes de llevarlo a cabo,
encontraron a un pastor
que se burló de su proyecto.

Bien está
lo que bien acaba.

Floriseo consigue Blancaflor
en una boda cómica
donde Fortuna derrama
mil ducados
sobre ellos
y promete a Muerto
riqueza.

¿Que significaba todo eso?
¿Dónde estaba yo en ello?

Parecía un buen presagio.

Cerré el libro
y decidí preparar el desayuno
para mi esposa.



Jaungoikua


No sé por qué
me persigue
esa imagen
de Jaungoikua
en un carro
bajando la Gran Vía
en Bilbao
en 1903
o por ahí.

Era el hombre más grueso
que habían visto,
obeso.

Nadie podía comprender
cómo subía
al asiento.

A los niños le parecía
gigantesco
ahí arriba
llevando las riendas
hacia el cielo.

El carro vino
del campo
cargado de legumbres.

"¡Ahí va Jaungoikua!"
"¡Ahí va el Señor en las alturas!"
"¡Ahí va Dios!"
gritaban los niños
cuando oían
el ruido de los cascos.

No sé exactamente
cuando falleció,
alrededor de 1917,
tal vez.

Oí hablar de él
en Córdoba
en 1972
en la casa de Juan Larrea
en el Barrio Jardín Espinosa
no. 1925.
El era de esa pandilla
bilbaína.



El cielo

Los recuerdo
apenas
a los norteamericanos.

Las señoras profesionales
y otras señoritas
de la ciudad
a lo mejor pensaban
que ayudaban
a una campaña solidaria.

Con la cerveza
a 4 peniques
la pinta
y la paga americana
a 5 libras
por semana
los soldados ingleses
con sus diez chelines
no podían abrir la boca

Peleas a puñetazos
estallaban
por la hora del cierre,
a las diez
en esos días.

Jean's Cafe,
en Mill Street,
era un imán
para los soldados
estadounidenses,
antes y después
del cierre.

Era otro campo de batalla
que le daba mucho que hacer
a la policía militar.

Arriba en Jean's,
bullía de actividad
sexual,
según dicen,
y a las mujeres
que se veían subir
las consideraban
ligeras de cascos.

Con el oscurecimiento
de la ciudad,
de las farolas,
de los escaparates,
para escondernos
de los aviones enemigos,
las entradas de tiendas
por las noches oscuras
eran la escena
de muchas citas.

Oí decir a alguien
recientemente,
un lutonense
que vive en Columbus,
en América:
"Los yanquis debían pensar
que habían muerto
y que habían ido al cielo."


La vanguardia

Leí ayer
parte de
la Historia de Olvidos
de Ramón Minieri
y cómo Córdoba olvidó
a Nicolás Guillén.

Habla de Gregorio Bermann
y José Carlos Mariátegui.

Bermann encontró
su propio pensamiento
en unas líneas
de Mariátegui.

Dice:
Somos también
los libros
que hemos leído.

No hay separación
entre la estética
y lo político.

La poesía
es el taller de diseño
de una sociedad mejor.

La vanguardia poética
es eso
vanguardia.

Política y poética
se enlazan
para proyectarse
más allá
de versos
y elecciones.

¿Es por eso que mataron
a Lorca
a Tilo Wenner
y desterraron a Larrea,
a Alberti,
y a no sé cuántos más?


Los cuervos


Los habitantes
de Port Eynon
tienen un apodo:
“ Los cuervos “.

Hay unos árboles altos
en los alcantilados
llenos de cuervos
que vuelan
contra el viento.

Llaman
por encima de 'El Barco'
la taberna donde Dylan
los miraba
por los ojos de buey.

Sus graznidos
son manchas negras
en el aire transparente
que golpea
la aldea.

Sentados
al calor del fuego
los oímos.

Nos hacen pensar
en Vincent
y en la tentación
de enfrentarnos
a los elementos.



Dieciocho poemas

A María Teresa, Andrés y Dylan



Quería atravesar
el Río Negro
pero no había puente.

Vi a un barquero
con una capucha negra.

Le pedí que me llevara
al otro lado.

"Dieciocho pesos,"
susurró.

"No tengo dinero,"
le contesté.

"Acepto poesía,"
graznó.

"Dieciocho poemas,
entonces,"
le dije.

"No está mal",
me dijo
con un rictus extraño
y entré
en la barca.



Golondrinas moradas

Estoy tendido acá
hora tras hora
sobre la hierba
al lado del río

mirando
la nube morada
de golondrinas
que se vuelve
negra
aferrada
como un enjambre
de abejas
a los álamos
agitados
violentos.

Otra cosa
los ha hecho
inquietos
hoy.

La hierba
está mojada.

La lluvia vino
anoche
por fin.

Al día siguiente
15 de febrero
vuelvo
a los álamos
a orillas
del río.

Los árboles
están verdes
ahora
y negros.

Y allí
entre las nubes
que pasan
veo
cuarenta golondrinas moradas
volando al norte.


Echando oraciones


El domingo siguiente
salí
otra vez
con bastones.

Bajé
al río
y caminé
por la orilla.

Vi a un hombre
haciendo patitos
en la superficie
tratando
de alcanzar
la otra orilla.

Nos saludamos
y le pregunté
cómo se llamaba
el juego.

'Patitos',
contestó,
'echando patitos
pero no es
un juego.'

Cada piedra
que tiro
es un deseo
por un amigo
necesitado.

Esa
por un joven
que solicita
un puesto
en Londres
y ésa
por un amigo
que busca
una cura.'

'¿Puedo tirar una
para vos?'
preguntó
mirando mi pierna.

'¿Podés tirar
un deseo
para que pare
este
sangrado?'
pregunté
señalando
la rodilla
herida.

Se agachó
y tomó
una piedra
plana
y ancha
y con un giro
de la muñeca
con todas sus fuerzas
la tiró
al río
caudaloso.

El deseo
salió
dando botes
once veces
apenas rozando
el agua
antes de que
se hundiera.

'Casi un récord',
lo oí decir.

Vuelve mañana
y lo volveré
a hacer.

Al día siguiente

camino
a verlo
tiré
al agua
uno
de mis bastones
y lo vi
bajar
río abajo
girando y
girando
como las manos
de un reloj.

jueves, diciembre 27, 2007


cristian lagos / poeta encordillerado / cura cautín/ chile
























Poemas inéditos


1.-


con un tallo de agua dormita en el ombligo
de la puerta
colgado de tus párpados
me descascaro y tiemblo como un niño descalzo y lleno de temores ambiguos


2.-


una hilacha desprovista de sutura
era un golpe de agua indivisible
tu voz tatuaba un sepulcro
vacío de huesos y estructuras





3.-


Son nuestras las calles redondas
Es nuestro el golpe del mar en la ventana vacía de la tarde
Es nuestra la esquina de los péndulo ahogando el vuelo de los pájaros
bajo las escaleras/ los perros aullan
sobre el mar
muerden las mangas de la luna que está tendida
en los cordeles


4.-


estoy herido de luz y viento
en el aspa de tu brazos gira el ovillo de tu voz



Adiós a las palabras


Ya no te escribo más/ me he quedado acodado a la ventana mirando como la nieve gira en las aspas del viento/ observo las motitas atrapadas por el imán de los paraguas que pasan saludando en el nuevo día con gestos de cuervo preñado.
Ya no mas/.
Quemaré los poemas que escribía en los veranos cuando el girasol daba gritos amarillos y los gorriones se peleaban por llevarse las migas.
La nieve se acumula en los caminos.
Mañana estaré aislado.
Desde este lugar digo: adiós a las palabras/
y a los libros.-

miércoles, diciembre 26, 2007


ernesto viñals /poeta visionario/ montevideo/ uruguay























Diario Munch


(Aquí,... nada más)
Que no venga a nuestros ojos
el golpe agudo,
el frío ansioso del miedo
a un ejército sin brazos
devorador de ánimas.


(Llevaremos el peor recuerdo de esta vida.) (¿?)

(Pero nada más)
Mientras lames el espejo
gime en medio de la noche
la forma que viaja entre las nubes
en este mundo coagulado
tu desdén y tu mirada
van rodando cuesta abajo.


(Así, nada más)
Frente a otro mundo sangreseca
yo vi una larga nube solitaria
vagando
en un cielo anaranjado.




Camino a Estigia

Voy cantando contra el muro,
contra el muro
agotado,
aterido,
solitario,
enceguecido
con el miedo dibujando el entrecejo
pulsando las cuerdas del recuerdo
bailando al compás del insomnio
Con estigmas
llamando
desde un pasillo blanco,
silencioso como un túnel,
silencioso
como un llanto
entre almohadas
cuando la esperanza se va
deliciosa
rodando
cuando cada noche oscura dice:
esta luz,... aquella
esta tierra,... aquella tierra
donde cada fruto tierno
es un fruto cayendo
sigiloso
contra el suelo
mientras voy cantando,
mientras voy cantando
se acumulan contra el ojo
las mañanas,
la ilusión,
el hambre,
la ira,
los sueños,... -



Panorama desde Estigia

...Y mientras el humo pasa, lento,
nuestras tripas entonan un himno absurdo
escrito en todos los muros.

Y escucho voces,
y una alarma suena,
y tu voz se despide,
en un teatro vacío
uniendo hilos de silenciosas certezas,
porque no hay nada que decir
cuando no sentimos la parte muerta de la herida
y nuestras tripas entonan un himno absurdo,
y llueven corderos sobre las ciudades
y cada verso es una costra
y cada grito nace de un diafragma que se cierra
ahora
que todo se aleja,...
cantamos
sobre un río roto
haciendo invulnerables nuestros ojos.





En los baños públicos de Constantino

Aún brilla (ignorada)
la espuma blanca del imperio.

Entre arcos de sangre
hay meandros que anuncian
la magnificencia del dolor,
en el brillo del imperio
con aroma de animales nuevos.
Acueductos que susurran desde abajo,
ecos del derrumbe que aún se escucha
como una muestra de lo que vendrá
en la humedad de un día cualquiera.



J. C. Onetti
pasó a mi lado el 30 de mayo de 1994



I


Que apuesta,
que dulce apuesta,
mientras arde la santa
(Y una mano verano
rodando hacia el túnel
se esconde en la niebla)
esta roca, esta cabeza,
se ahoga en un llanto que se ahoga.





II


Ahora
¿Quién pregunta?
entre líneas nuestro cielo
rompe bocas y plumas y brazos
y pechos de ceniza,
pechos y cenizas,
memorias, días,
siglos, negativas
rodando hacia el túnel,
un ataúd
rodando hacia el túnel
un ataúd
rodando hacia el túnel
un ataúd
rodando hacia el túnel,... -
La última visión.

“...mi miedo es abandonarme a ese final”.-




domingo, diciembre 16, 2007


manuel mauricio zuñiga / poeta de la calle/ chiloé/ chile





























Como entonces


¿ Que será de la Norma?
Habrán encanecido esas trenzas rubias
como cochayuyo nuevo meciéndose en la roca?
Y los ojos raros que en la luz
brillaban cual turquesas serán tal vez ceniza?

Algún sismo y sus réplicas como campanas
habrá sucumbido su casa como a un barco.

Y su risa…que habrá sido de la risa de la Norma
que era un bullicio de olas en la cubierta de la casa

Y el olor a pan caliente que salía de sus manos… qué será
La ligera amenaza en el delantal de sus pechos
la gracia de sus pasos la cadencia del andar, qué

Eramos tan niños por entonces
dos cosas temblorosas y dispuestas.

Pero vinieron esos días con sus botas
llevándose todo como olas furibundas.

Y ya nada fue nunca más como entonces
Como entonces, nada fue nunca más.




Como yo


Llegarán los olvidos oliendo a tierra seca.

Caerán mutiladas las maldiciones de la prisión.
Ninguno de esos nombres regresará a la boca mustia.

Se sellarán los orificios

de las balas en las tablas de la casa.

Y no existirá nunca más el grito de mi madre
arrastrada por el pelo, cuando vinieron por mi.

Los ángeles oscuros de los días más oscuros
estarán todavía en la prisión que hicieron para ellos.
O se habrán muerto para siempre.
O estarán por morirse, olvidados, como yo.



Estacion mapocho


La noche acontecía nubarrones que parecían volar desde el bosque que cercaba al río.
Brillaban esos ojos ocultos , repetían el brillo de la lanza escondida como ellos. Esperaban la orden, el eco del buho en medio del bosque .

No llegó.
Huechuraba vio aquellas edificaciones y esos ruidos intensos y vapores y humo cuyo olor casi tuvo dentro de sus fosas nasales. Supo, nunca indagó de donde vino el nombre, que aquello se llamaba estación. Tuvo miedo , conoció el pánico y ordenó el retiro de los mocetones.
Ya habría oportunidad de atacar el territorio de Mapocho, pensó, o creyó pensar.




Todo lo que puedo hacer


Todo lo que puedo hacer
es escuchar el golpear de la lluvia en el techo.

En el patio, las calas se doblan aplastadas por el agua
las salvias y cilantros lavan las hojas al cielo.

Como en descuido atraigo tu rostro a la memoria
pero llueve tanto que la misma lluvia me lo borra.

Mis tíos salieron de mañana hacia la pesca
Ya es tan tarde y no regresan.
Sin embargo he puesto un chonchón en la ventana
que alumbre por los vidrios a la noche

Y unos leños en la cocina
humean al viento por el caño de la casa.

Todo lo que puedo hacer es esperar
pensando en que ladrarán los perros
si aparecen los tíos venidos de la pesca.-





iván wielikosielek /poeta irreproducible/córdoba/ argentina


















Iván entrevistando a Pipo Lernoud



Esta noche estaré bien


En noches como estas en las que tengo tan poco para dar
casi siempre vuelvo caminando solo
por las mismas estrechas calles de la ciudad
rumbo a mi cuarto estrecho también

Generalmente está en el barrio la tristeza de los negocios que cierran
el cansancio de los hombres que vuelven del trabajo
o el alma de los chicos que estaban peinados de madrugada
y que ahora transpiran con el fútbol en las veredas

Y algo así como la vieja pena de mi niñez a la hora del ocaso
me viene de a chorros
llenándome de noche el sucio estanque de mi corazón

En noches como estas en las que no visito a nadie
casi siempre con las monedas contadas de los bolsillos
y descontadas de cualquier vida mejor
me compro dos botellas de cerveza y me las llevo a mi cuarto rentado
como mi vida rentada también

Y cuando subo las escaleras
tengo una mezcla de excitación y soledad
lloviéndome de a cántaros

Pero al final me gusta meterme en mi sucucho plagado de ruidos de colectivos
y abriendo una botella en las semipenumbras
teclear esta máquina

Pareciera entonces que todo va bien
pero por dentro hay luz roja
y la voz de siempre que me dice
"sos un miserable, sos un miserable"

qué más que los impulsos muertos y la sangre coagulada
qué más que escribir cartas sangrantes a los amigos que están lejos
qué más que desear la vagina aceitada de cada mujer que pasa
qué más para ser un poeta por las noches
qué más

En noches como estas en las que me enfermo de desolación urbana
la sonrisa de La Colorada vendiéndome el pan
me parece una muestra de afecto que no merezco
Mientras ella peina a su hijo y me mira con sus ojos de mujer casada
yo me siento bastante poca cosa al imaginármela desnuda
sentándose sobre mis rodillas

Pero generalmente siempre termino encerrado acá
esperando que alguien me toque el timbre
para invitarlo con cerveza
con la música de mi grabador
o a caminar por los puentes de hormigón río abajo

En noches como estas la vieja pena de mi niñez resucitada
es la única cosa que me grita algo en el silencio

Las ventanas de este barrio siguen huecas como nichos.




A la chica que me vende el pan


Tenés tu delantal a cuadritos
azul y rojo
y me vendés el pan todos los días.
Estás embarazada de seis meses
y tenés tu pelo negro larguísimo y recogido.
Tu rostro adolescente de la polinesia
nunca me sonríe.
Me decís
"¿alguna otra cosita?"
y yo te contesto
"no, por ahora no..."
y este diálogo se repite siempre
aunque haya diez personas esperando
o estemos solos a las nueve de la noche.
Y cada vez que me das la bolsita de papel
con las facturas de quince centavos
o la bolsa de náilon con dos varillas de pan
me saludás con un
"muchísimas gracias"
yo te digo
"gracias a vos"
y me voy.
Todas las veces nos despedimos de la misma forma.
Y cuando yo salgo a la noche
vos te quedás tejiendo sola bajo el tubo fluorescente
o seguís atendiendo
muy seria entre el gentío.
Vas a dar a luz en setiembre.



De noche soy proclive a la soledad


De noche soy proclive a la soledad
De noche cuando los cuerpos se arrastran por este sector del barrio
De noche cuando las calles yacen inundadas de humo de autos y de hastío
Soy Proclive a la soledad
De noche cuando las chicas caminan con sus cuerpos vestidos para otros
De noche cuando las mujeres llevan sus vientres madurados por otros
De noche cuando los callejones estrechos se apretujan de insomnio contra la niebla
Soy proclive a la soledad
De noche me hiela el alma la desolación de los sentidos
De noche cuando se activa esta parte de la ciudad entiendo que no me gusta saludar
De noche sólo puedo caer avenidas abajo entre el tráfico humano
De noche cuando todos se buscan a través de un amor fugaz
Yo sólo tiendo a la devastación animal de mi espíritu
De noche cuando mi vida perdida es la única que me espera en una esquina
De noche cuando las casas humanas son nichos vacíos
Yo sólo tiendo a la devastación animal de mi espíritu
De noche soy proclive a encerrarme acá
De noche paso como una sombra entre las reses de almas
De noche ningún cuerpo rozó mi cuerpo intacto de un abrazo.




Turno mañana


La moza del bar
turno mañana
ha llegado a las ocho y cinco
vestida de civil
y con una bolsa.
Ha bajado las escaleras
perdiéndose en las profundidades del bar
como en el hueco de un subte
y a los cinco minutos
las ha vuelto a subir
vestida con su delantal negro.
A las ocho y diez
sirve el primer café del día
Es un cortado al revés para un hombre que está solo
y que a juzgar por el opaco brillo de sus ojos
parece que no vivirá por mucho tiempo más.






Si es que aún tenemos algo




Para mi madre
que junto a mí aprendió a sangrar
y después no paró nunca más




vos que sabés mejor que nadie que la pobreza es nuestra hermana
abríle la puerta esta noche y hacéla pasar
y dejála entrar a casa

y no te dé vergüenza por la cocina sucia o los muebles destruidos
ni por el baño roto y sucio
ni por nuestras vidas igualmente rotas y sucias
ni por el abuelo muerto de pena en la pieza por falta de esperanzas
porque esta hermana comprende

y si la locura ha hecho un nido en tu cabeza y en mis manos
y si las ganas de partir
de no quedarse
de conocer y de soñar
nos ha enloquecido la vista y trastornado las ansias
y si tanta angustia de niño triste y de mujer divorciada
nos ha poseído nuestras almas
de nada sirve tratar de ocultarlo esta noche

que pase la hermana pobreza por la galería verde de porlan
que entre
que se sienta cómoda con nuestra austeridad y nuestra neurosis

y dale de tomar agua del aljibe sin hervir
y dale de comer el pan que siempre se nos echó a perder en la bolsa de hacer los mandados
y convidále mate cocido del paquete de yerba polvoriento como nuestras sienes en invierno
ahora que ya no tenemos nada que perder

y si las ansias de morir de una vez con un niño chiflado entre los brazos te ha poseído el alma
y si la obsesión de hacerte el amor sobre el colchón mojado de cáncer en donde murió el abuelo
y terminar adentro tuyo y morder la sangre de tu ombligo
me ha partido en dos mitades el sentimiento
de nada sirve tratar de ocultarlo esta noche


vos que sabés mejor que nadie que la pobreza es nuestra hermana
no la tengas esperando en el viejo galpón de chapas
con el tractor desarmado de tu nuevo marido
y el cereal de las gallinas mojándose en una bolsa
no la dejés pasar frío afuera
hacéla pasar
que entre y que soporte el frío de adentro colándose por los huecos
y la lluvia colándose por las chapas de los techos en otoño
y la humedad colándose por las grietas de las paredes
y el horror de vivir colándose por las galerías de tu piel y de mi sangre
hacéla pasar
que entre y soporte la enfermedad mental de nuestra casa cuando insultás a los santos
o cuando decís
"cómo no aborté antes de haberte parido a vos,
preferí haber parido a una víbora venenosa antes que a ésto"

que pase la hermana pobreza por la galería verde de porlan
y que se entere de estas cosas
por si no sabe aún
que ella misma también es todas estas cosas

y mucho más que las horas que pasábamos en el pueblo por las noches
vos yendo y viniendo al baño semidesnuda
bajándote los calzones en la puerta
y diciéndome que tenés cistitis
y yo con viejas revistas antena y unos libros de la conquista del espacio
siempre tratando de leer o de dormir
y al final pensando siempre en vampiros
chupándole la sangre a las mujeres del pueblo
o prendiéndose a tu vagina mientras menstruabas

y después vos que me llamabas para mostrarme el inodoro con el agua escarlata
y me decías
"¿ves ese coágulo, hijo?
es como una papa inmensa y vieja,
¿ves hijo?
eso es lo que tiene tu madre adentro"

y si las ganas de partir y de ser otros
y si las ganas de no habernos conocido nunca
ni de haber compartido jamás este loquero encubierto
bajo el nombre de familia
nos ha perturbado más de la cuenta
y si las ansias de no haber llegado jamás a compartir esa otra casa más grande
con el nombre de loquero
me ha partido la juventud y la infancia en dos mitades
entonces de nada sirve tratar de ocultarlo esta noche

y no más gente entrando a verte a vos a casa

y no más niños viniendo a buscar a tu pequeño hijo
entrando a verte a vos a casa

y no más la grandilocuencia ni la envidia
ni la lengua de las amigas que vienen a ver tu miseria
y a refregarte en tus narices enrojecidas por el llanto
la pequeña burguesía decadente de los pueblos
entrando a verte a vos a casa

y no más la gente que viene a ver en vivo y en directo las telarañas
y las paredes grises con tumores de humedad y de miseria
para reírse de nosotros a nuestras espaldas
mientras te dicen que sos una desgraciada
entrando a verte a vos a casa

pero aún tenemos los viejos sillones de fierros oxidados
para ese jardín con asador que nunca pudiste construir
y en ellos se puede sentar nuestra hermana

pero aún tenemos el viejo juego de cacerolas
que un tío te regaló para tu casamiento veintiséis años atrás
cuando él era joven
y tenía un traje y una corbata
y hoy se está muriendo de cáncer en un hospital público
con la esposa muerta sin que sus hijos lo vayan a visitar
y ahí podremos hervir el puchero de caracú a nuestra hermana

pero aún tenemos la vieja soga de la ropa
y también el galpón algo inservible
y ya no hay pieza en la casa que no se llueva para los huéspedes

pero sí hay en cambio un viejo colchón de dos plazas
estampado de humedad y forro verde
el viejo colchón con flores desteñidas en donde murió el abuelo
y estirándolo en el piso nos podremos acostar en él
nuestra hermana pobreza y yo
cuando otra vez caiga la densa noche de los pueblos

porque también deseo hacer el amor con ella
y si es posible dejarla preñada por igual
de miseria y de neurosis
y de amor sano y de amor insano
y de mis quejidos
y de mis gritos de niño salvaje corriendo por el campo

pero aún tenemos un juego de tazas cachadas
y varias cajas con revistas de cocina y recetas que llevan ricota y salmón
que nunca pudiste comprar
esas revistas que fuiste juntando a lo largo de los años
y esos papeles en donde copiabas de la radio
y me hacías callar
y yo gritaba más fuerte
y vos me decías otra vez que mejor habría sido parir hacia las cloacas
y no hacia el mundo
pero ya dije todo esto y no vale la pena repetirlo

y ahí tenés ahora todos esos papeles con recetas
ese diario íntimo de tu soledad y tu dolor en dosis de harina leudante
y media taza de azúcar
y dos claras batidas a punto nieve
y una pizca de polvo royal

no Má
esta no es forma de tratar a las visitas
a nuestra hermana
a nuestra tumba

y si los ojos están cavados por el horror y la locura
no te pido que sonrías
tan sólo mirá claro
y si la boca está fruncida en amargos pliegues decadentes
no te pido que sonrías
tan sólo mirá hondo

no Má
esa no es forma de hacer volver a casa a nuestra hermana

pero aún tenemos algo más que la miseria guardada en la alacena con cucarachas
esa alacena que colgó una vez mi padre que era carpintero
y tras colocarla ustedes discutieron
y él te pegó
y luego me dijo
"salí de acá vos"
y empezó a cogerte
pero yo no me fui
me quedé en la puerta
mirándote mientras vos gemías

y ahí está la alacena vieja con las planchas de panelco podridas
y la neurosis y la miseria aún siguen guardadas
en los tarros de leche nido

pero aún tenemos algo más que el dolor de haber vivido así
pero aún tenemos algo más

y todo lo que alguna vez esperábamos de la vida
podremos devolverlo en estos momentos
a nuestra invitada que aún espera tras la puerta podrida y sin traba de la galería
a nuestra invitada que aún espera tras la puerta de maderas sin lijar del corralón
esa puerta que hice una vez a los dieciséis años
cuando una tía nos dijo que no se podía vivir así
sin tener siquiera una puerta en el corralón
a nuestra invitada que aún espera tras el viejo portón de rejas oxidadas que da a la calle
y que otra tía hizo sacar para vender
porque decía que era de ella
y que nosotros no teníamos nada
ni siquiera el derecho de pasar por su patio
para entrar a casa

qué más era lo que esperábamos esta noche
qué más que esta pobre reunión de almas y ansiedades


vos que sabés mejor que nadie que la pobreza es nuestra hermana
abríle la puerta y hacéla pasar
porque aún espera ahí afuera
y es tan tímida y vergonzosa como nosotros mismos

ella nos pagará con algo de dolor compartido en estos últimos días
y el dolor que tuvimos siempre
y la locura que anidó en mis dedos y en tus sienes
también será compartida
y todas nuestras ansias serán más soportables esta noche
si es que aún tenemos algo

si es que aún tenemos algo.




Mirando una foto de mi madre-niña


La mayor parte del tiempo
las palabras salen bien
criatura
porque estoy pensando en tu pelo ennegrecido
por los paraísos de mi pueblo
y en tu voz de niña
y en tu saquito de lana en fotos en blanco y negro
Por eso la mayor parte del tiempo
las palabras salen bien
criatura
Porque trato de acercarme a vos
y tocarte
y decirte que algún día ibas a ser mi madre
Porque estoy pensando en tu pelo oscurecido
por las sombras de ásperas hojas de parra
o en la niñez que te quitaron
o en el hombre que te dio un hijo y se fue
y lo mismo hizo tu hijo más tarde
que también te dio un hijo y se fue
Y por eso vos seguiste así
en el pueblo por siempre niña
casada con otro hombre o en soledad
hablando sola o con los gatos
o conmigo que ya no estaba
o yendo a ver cómo armaban el nuevo parque de diversiones
Y por eso vos seguiste así
sin acusar recibo de la crueldad del mundo
Envejeció tu cuerpo y vos seguiste
por siempre infinita
Por eso la mayor parte del tiempo
las palabras salen bien
criatura
Porque pienso que tu alma es un inmenso jardín de paraísos
con hojas de parra
y niños que juegan con vos y con tu hijo
a la piedra libre.-




jueves, diciembre 13, 2007

gabriela bruch /poeta de fuego/banfield/buenos aires/ argentina



Postales



Postal de sábado en el suburbio.

Si estás ahí no es una pregunta , aunque así te la formule. Qué
noche , qué frío, cuánta humedad. Te estabas poniendo cianótico y eso
en Buenos aires, se paga muy caro. Creo que sin amor o algo así.En
este barrio suburbano todos viven malditos, descorchan botellas sólo
los sábados por la noche y luego se cuelgan de los balcones o se
asoman a sus patios a ver la luna que aparece neblinosa, como en un
cuento de brujas bonachonas.
El tiempo se les escurre entre los ojos, y vuelven a toser los días
lunes, con antibióticos y paracetamol encima de la campera, de la
cmisa de fuerza o del uniforme del trabajo.
Tienen algún sueño y lo dejan en Internet ,en un chat telefónico, en
la pantallita del celular. No se atreven a salir corriendo por las
calles empedradas y gritar a voz en cuello, eso, que estamos
necesitando tanto.


Postal de invierno en calle Leloir

Aquí va , la hechicera en bicicleta. Los árboles ya se han pelado.
Tienen frío. Qué raro, en este junio ella no padece de soledad.
Quizás el brujo que la pintó de violeta, quizás el regreso del que
siempre vuelve, quizás el amor de quién nunca será. Conjeturas
absurdas, si vemos que se detiene y con una camarita digital, intenta
atrapar las hojas de ese árbol que de rojo, vira al amarillo o al
naranja, pero las hojas salen grises en pantalla. Es el invierno,
dice. Es el invierno. Él no le puede mentir a los sentidos. Por eso,
la primera que se entera es esa camarita digital . Qué pedantería.
Pensar en captar lo inalcanzable. Si de eso es de lo ella se nutre
para seguir pariendo belleza y desolación, con las piernas bien
abiertas y al lado del abismo.





I

si el cuerpo se abre como un altar
y defenestra la decencia
pobre de aquel que no se tire al vacío
que no inunde de jugos el sabor
de una boca que pide a gritos





II

leo esos poemas y sé de dónde nacen
útero abierto sangrante
manos únicas venas rotas
una poeta se acerca a mi ventana
no podemos compatir más de dos palabras
el poema ya es demasiado en una mujer





III

si esgrimo un poder que no tengo
es sólo para conquistarte
para voltear esos recuerdos
para que te fanatices en la idea de mí
hasta morir hasta el último tajo
hasta estrujar la sábana
-menos no- más vamos por más





IV

vaporosa sensación se esfuma
como una hoja de otoño tiñe los gritos
me hace pensarte en la pantalla
sentado aburrido socorrido por la distancia
pero algo es más fuerte - decís -
esa energía que proviene de este lado del mundo
dónde la luna no es roja
pero presagia tormentas
dónde las lágrimas se vierten dulcísimas
al compás errático del clonazepán





V

no sé no sé toda esta inutilidad mía
sé hacer tostadas con manteca
y quemar las hojas
también interpreto textos y escribo poemas
el mundo se debate y yo escribo poemas
alguien se muere un niño se asfixia
el imperio fagocita la esperanza y el agua de los mares
la corrupción sale de las cárceles
el trabajo estupidiza tanto como la televisión
y mi rebeldía tan estúpida tan inútil tan sudaca
sólo escribe poemas.










domingo, julio 01, 2007


lord cheselin /porno-poeta /río gallegos /santa cruz /patagonia / argentina
























Pornostars

...¿y si Dios fuera una mujer? alguno dijo
¿y si Dios fuera las Seis Enfermeras Locas de Pickapoon? dijo alguno
¿y si Dios moviera sus pechos dulcemente? dijo
¿y si Dios fuera una mujer?...
...¿y si Dios fuera mujer?
¡tetas de Dios! ¡blancos muslos de Dios! ¡lechosos! dijo
¡leche de Dios! gritaba por los techos de toda la ciudad...


Juan Gelman. "Preguntas"



En esta fotografía obscena
vendida (a escondidas de miradas) en la calle,
en esta fotografía pornográfica
cómo puede haber una cara
tan maravillosa como la tuya.


Konstantino Kavafis, "Así".




Jenna Jameson


¿escuchas el ruido enloquecedor del silencio?
yo lo escucho todas las noches insomnes
todas las noches insomnes
desde aquí se escucha perfecto
entonces venís a
visitarme
a mi pieza
y todo es más claro
y más diáfano
cuando llega el día
me pongo mi escafandra
y toda la mejor ropa
que tengo en el ropero
trapos viejos
y salimos a caminar entre la gente
y pasamos entre la gente
totalmente invisibles
por las calles
entre la gente
¿ellos estarán acompañados por Jenna Jameson?
entramos
en un supermercado
donde todo es tan de ilusión
y tan de mentira
y eso me hechiza
y me hace olvidar
mientras elijo los precios más baratos
y vos te sonreís
eso me hace olvidar
un millón de cosas pendientes
un millón de cosas que pesan
una tonelada
cada una
sobre mis hombros
y en medio de las góndolas
te das vuelta
me miras a los ojos
volvés a sonreír
y muy suavemente
y con tus labios muy cerca de mi oido
me susurras
carpe diem







II

en esta masacre
estamos juntos
ángel de los despedazados
en estas veredas
en estas calles
en las plazas
en los bares
en las ferias
estuvimos haciendo historias
en donde
tu piel fue todo el cielo que necesite





III

llegaste
y la ciencia
y la lógica
y los buenos modales
se fueron a dormir
¿menage á trois?





IV

me engaño
cuando quiero
y cuando no quiero
también





V

entre
todos
los sueños
me quedo
con éste
tan bien
envuelto
envuelto
con sueños





VI

sueños que
no te salvan de nada
sueños que
tampoco te matan
sueños que
más bien te ayudan
aunque sea a atarte
los cordones
de las ganas
por las mañanas.





Desmesura o declaración de amor a Jenna Jameson.

mañana bombardearán
con modelos de tu vagina
toda la ciudad
y venderán en remate
a beneficio de los miserables
todas las prendas de todas tus películas
y los negros gritan
viva el porno
viva el porno
y tus videos
se pasarán en los colegios de primaria
y los niños gritan
viva el porno
viva el porno
y el porno será obligatorio
bajo pena de muerte
ejecutada por apuñalamiento con consoladores
y mientras los ejecutan gritan
viva el porno
viva el porno
y en una manifestación multitudinaria
donde los hombres estén vestidos de travestis
y las mujeres desnudas
y llevándote el pueblo en andas
serás coronada reina
la reina más bonita
del mundo
y emperatriz de mi corazón.-

Nikki Tyler

voy a estar solo
tan asquerosamente solo
tan terriblemente solo
como un astronauta
en el espacio
sin posibilidades de volver
al planeta tierra
por un lapso horrible
de tiempo
así que ya puse
dentro de un trapito
pequeño y cómico
y lleno de agujeros
como mi historia
algunas cosas mías
imágenes que se están yendo
llenas de colores
y luces y sombras
¿y de alegrías y tristezas?
pipradol
pirovalerona
tranilcipramina
una gota de olor de un pasillo
de hace mucho
mucho tiempo
facetoperan
metilfenidato
norefedrina
un atado de cigarrillos
philip morris
trozos de algo que fue
y ya no será
una botella de whisky
Justerini & Brooks
antiguos remedios
sortilegios y embrujos
guardados en un antiguo libro
café molido a la vista
en el bar puerto rico
de la calle alsina y defensa
cajitas de rohypnol
algunos interesantes
secretos de familia
una calle que fue mía
y ahora es de los dos
una bolsita
con jarabes y pastillas
correctamente mezclados
y en dosis exactas
para no morir de melancolía
Nikki Tyler.




Rebecca Lords

te voy a extrañar
de todas las formas posibles
la vida es demasiado
idiota
la vida es demasiado
barata y jodida
como para
no poder inventarme
sentimientos
y con esos sentimientos
inventarme
inventarte
invitarte
te amo.


Tracy Lords

¿quién me robó
a mano armada
en aquella jaula
el alma?
¿qué ladrón estúpido
la robó?
pagaré recompensa
tome papel y lápiz
anote
recuerde
pagaré recompensa
recuerde
soy buen pagador
señas particulares:
está envuelta en algunos papeles
de diarios
y algún que otro
panfleto
abollado
viejo
tirado en el piso
y medio pisoteado
huele a mar
tiene un ala
pero con un ala
nadie vuela
pero es un ala
así que cuidado
toma margaritas y pasea
sin paragüas
en días de lluvia
en la ventana de un bar
aún mojado por la lluvia
tequila limón y sal
mira hacia la calle
sin mirar la calle
extrañando las películas
cuando Tracy Lords era joven.

sábado, junio 09, 2007

maría teresa andruetto /poeta emocional / licenciada en letras /córdoba /argentina



















Poemas inéditos del libro "Beatriz"

______________________________a Beatriz Vallejos


Atardece:
Apaisado profundo
B.V.




AYER



incontaminado ayer
de San José del Rincón
B.V.



por aquí pasó un corderito
¿un corderito?
no lo he visto



I


detrás del cerco de flores,
la mariposa en la pared de cal
y el grito de los teros

(hila la lumbre, Amor,
y amanece)

Celia
me guió por el jardín,
entre las cañas

(¿hasta cuándo este ayer?)

había retablos en la mesa
y ese poema que habla de la luz
y las naranjas.

En la puerta, ella abrió el Ubajay.

sentémonos aquí,
dijo,
de orilla a orilla,
que está buena la luz para ver

(alguien levanta un vaso
y resplandece)




II


resplandece
ella dice una palabra
amanece, resplandece




III


cuando el sol se acostaba
en el río, volví por las calles
de arena
hacia el terraplén

hilos de las islas,
aire...

una yegua
y su cría, un hombre de pesca,
una lancha

mientras volvía
a casa

como si no hubiese nadie.




HOY



Llueve en mi corazón y llueve
sobre el Yan Tsé


Juan L. Ortiz


I


hablamos de Ayer,
de tu rincón
del Ubajay con siriríes y garzas

(en el arrozal/una garza
una garza sola/ una garza)

tenías en otro tiempo un corderito,
y se lo llevó el río
(¿o aquella casita blanca?)

Ahora
ni el grito de los teros
ni sus pequeñas alas

estoy preparando la huída, decís,
y yo no sé hacia dónde iremos
con el cuerpo o la cabeza
esta mañana

Levantamos los vasos,
la jarra
entorna el agua
pero qué celebrar

por el televisor pasa el entierro
de Arafat
Abu Ammar
Abu Ammar
pasa el entierro de Arafat

(si la mecedora fuera un ala,
si el ala fuera una flor)

si la mecedora fuera
un ala, prepararíamos la huída
para dos.




II


hay pequeñas azucenas en el patio
y como un collar de arena
donde termina el bosque,

pero dónde termina el bosque
¿en la garganta?

Llamamos a Celia, a Silvia,
a Clara...
ayer fui
hacia tu casa, vi tus lacas, escuché
el latido de tu corazón

yendo iba
descalza yendo iba
pies de arenal cruzando
desvaídos lilas
iba

íbamos las dos

Si el tren pasa, si la vida pasa...
(¿no ha pasado ya?)
es porque el río lleva hacia
tu casa.

Los camalotes van hacia el olvido
por encima del silencio van

señalan nuestros pasos,
mi paso igual al tuyo.

Van.




III


Con esa edad de Jacinto,
ay, y ese aire vendrán
a verme. En un collar de arena
anudo mis palabras a las tuyas.

Escribo:
tenías, Beatriz, un corderito
y su pelo era blanco como la nieve.
Era, en griego, como la nieve.

Las lacas del Imaginero
con espinas de peces de tu río
y con nácar son ahora souvenires
sobre la mesita.

un corderito tenías
en el idioma de las gárgaras del rocío,
y en el idioma del pan

¿hay un idioma del pan?
tu pelo es blanco
como la nieve.




IV


Beatriz era una niña
en el idioma de las gárgaras
del rocío

y en el idioma del corderito.

Cantaré la canción del corderito:
(¡la cantemos a dos voces
y una orquesta!)

Árbol de la esperanza
-teoría del arbolito-
mantenme firme

¿y qué es la esperanza,
madrecita mía?




V


¿Cómo está Teresa?
¿escribe?

(escribe, digo, todavía)

alguien se acerca
con un vaso de agua, una pastilla

trinaba el agua/
trina/
huerto del alba/
trina

sube
¿desde cuándo?
raposa, la rapiña.

trinaba/canoa de la luna/
trina
john cuellar /poeta antroposófico/ licenciado en lengua/ director revista "parnaso" /huánuco /perú





















Poemas inéditos


Antroposofía

A Mario Malpartida, humildemente.

Cuando uno nace, nace,
ya en cuatro paredes de mármol
o en cuatro columnas de barro:
al fin y al cabo, es lo mismo.

Ser humano es caminar
con la piel y con el ensueño,
amar alguna vez
y tener el fruto real e imaginario.

Observar es ver lo inusual de la rutina,
de las caminatas, los gestos y las sonrisas de siempre:
es estar en un espacio
donde con seguridad permaneceremos solos.

Pensar y sentir es besar la muerte,
a cada instante, a cada paso:
es cruzar un territorio minado
donde seguramente tendremos bajas.

Nosotros vamos para allá, para todos lados,
en medio de fanfarrones nos mezclamos:
es nuestro destino habitar con ellos,
tenerlos presente y olvidarlos.

Nos consolamos en nuestra corta vida,
en el cansancio de piel que ya no sonríe,
aunque la humanidad presente
nos brinda sus brazos placenteros.

Una vez muertos, en cuerpo o espíritu,
nos internan en una cárcel de mármol
o nos cubren de esencia física en un pozo;
así aguardamos, ansiosos, el volver a encontrarnos.


Poema en ejecución

Me negaron el ritmo,
por beber a destiempo:
soberbiamente me condenaron
a no ejercer este oficio.

Confiscaron mis metáforas,
por ser la de un pecador inconfesable:
dogmáticamente me obligaron
a seguir sus pasos rectos.

Me privaron de la rima,
por sonreír en puertos desolados:
sesudamente desenvainaron sus espadas
para acabar con mi locura.

Mataron mis palabras sutiles,
por andarme con remilgos;
antojadizamente aseguraban
que era una sombra absurda.

Al fin, cuando aprestaba a marcharme,
encadenaron mis pensamientos,
sometieron mis manos al fuego
y amputáronme las piernas, para ser como soy.


Poema nocturno

Soy el néctar
del desdichado
de rostro encubierto
que acude a este recinto
donde gritos, gemidos
y melodías
se moldean
en un frenesí
fugaz
de memorias.


Inexistencia

A los amigos
y a los no amigos.

Aquí el mismo
luego de un funeral
el mío
muchos tal vez
sin día
ni vitalidad
con momentos quedos
con quedarmes
en retablos de duelos
donde monótonamente
los ecos
recuerdan
la mala pronunciación
prorrumpida alguna vez
amoldada
y sometida
a un juramento
adánico
entre inocencia
y llanto.

Aquí en silencio
en un suspiro
inmerecido
da igual
si puedo revivir o no
lo no realizado
en espirales platónicos
como una recreación
del olvido
del imaginario olvido
del inexistente recuerdo
reinventado por ese Dios
oculto
más allá del más allá
donde
la muerte ya no es
y donde el hombre
ni es imagen
ni recuerdo
ni él mismo.

Aquí aguardando
el tren que recorre
las noches posibles
y cruza
el desierto circular
de la negación
y el desafío
observando
mis penas
inmerecidas
y espectrales
y mis enfermizos
lamentos
en medio del frío
y del dolor
también posibles
nada más da
sino hurgar
mi propia inexistencia
en este segundo etéreo.


Mutación III

Otro día en que somos el abecedario,
el fracaso a mediatinta,
el verso que se olvida
en el rincón de un falso armario.

Otro día en que la bocanada
imita el ritmo de la nada,
otro día en que el pensamiento
revela el tardo sentimiento.

Y se muestra así la híbrida luz,
los pasos frígidos y suplicantes,
acudiendo entonces espectros lacerantes
que se escurren por el tragaluz.

Plumas y tinteros y tinta
pululan las casas semimuertas,
las manchas negras en las veredas
delatan una desgastada rima.

Y entonces al salir la luna,
después de tanto grito extinto,
algunos rastros mutan a yo existo
e inician su camino a la ventura.


domingo, junio 03, 2007

analía laura norak /poeta gasolinera /picún leufú/ neuquén/ patagonia

e-mail: analialn@hotmail.com




















Poemas inéditos

Cayendo por un tubo

Llegó en un inmenso auto blanco.
Él era un bello animal azul,
ojos azules, saco y pantalón azules
y sangre azul,
yo no podía caminar
así que me deslicé hacia él
como cuando una cae por un tubo.

Se bajó y me dijo:
- echale 5 pesos de común, piba -
después dijo algo sobre “trabajo de hombres”
y agregó “hasta a despachar nafta se han metido...”,
y al fin se fue el mugriento,
en su destartalado
y miserable cascajo.



Cogote de damajuana

El tipo vino
y se prendió de la manguera de súper
como si fuera el cogote de una damajuana.
Los ojos le saltaron de las órbitas
y empezaron a rebotar en el piso de la playa,
unos pibes que pasaban
corrieron y aplastaron uno
que rodaba como una bombita de agua,
yo corrí y le arranqué la manguera,
el tipo prendió un carusita
y se lo metió en la boca,
“ POR LOS TRES MILLONES DE DESOCUPADOS” gritó
antes de reventar como un sapo.

Maldito bonzo
esta mañana el trompa me dijo
que me va a descontar los 13 mangos
que se tragó el boludo ése.



Tony

Decime Tony que será de nuestro presente,
yo, todas las noches aquí, entre robots insaciables
y vos por allí, haciendo de las tuyas,
cuando me voy a poner ese vestidito rosa
que nunca me regalaste
y bailar juntos hasta la madrugada,
decime, cuando nos tiraremos juntos en una playa
que no tenga cemento y huela a nafta adulterada,
no te quedes callado,
no me mires con esa cara de “yo no fui”
hablá ahora o callá para siempre...

Él se levantó, me dio la espalda
caminó unos pasos hacia fuera
se sacudió las orejas
y se echó a dormir al lado del surtidor.



Esperando el bondi

La tarde había estado apacible
- tranqui – dice el vikingo (mi único amigo),
miraba la tele y pensaba,
en el inmenso motor
que debe existir para mover el mundo,
¿qué combustible usará?
y un vaho a nafta 95 octanos
me recorrió el cuerpo en un estremecimiento.

Miré el reloj, era la hora.
Busqué el bolso y le metí apurada
pañuelos descartables, peine, tampones
lápiz labial (casi no me queda)
y el detestable buzo azul.

Me detuve, escudriñé dentro de mí
sentí un gusanito caminando en mi vientre,
entonces guardé el cuaderno,
hoy voy a parir un poema – pensé-
y salí a esperar el bondi.



Llamada

- Hola Tony -
- mmmhh -
¿Tony estás durmiendo?
- aahhh -
¿Tony que estás haciendo...? contestame Tony
..........
Tony ya basta, no te aguanto más
se acabó Tony,
toda la noche esperándote como una estúpida
y vos ni apareciste,
toda la noche saciando lobos de metal,
espiando parejas polarizadas
a través de vitrales profanos,
hundida en el baño con imágenes jadeantes
dibujando corazones lujuriosos
en paredes infames,
y vos
embebido en la noche genital.
Se acabó Tony
me escuchás
se acabó
CLICK.



Maldito Lunes

Desde esta soledad iluminada
veo parejas abrazadas
por amor o por frío,
pero ellas nunca lo sabrán.
Cruzan lobos metálicos aullando
por una birra en el casino,
un solitario me mira desde la otra vereda
pero no se anima a cruzar el río
y preguntarme si no me aburro
en esta isla de cemento.
Una sirena enloquecida anuncia
sangre o hambre rebelada,
una víbora de miedo me recorre
el vientre hasta las piernas,
estos robots insaciables
no me protegen a mí,
solo tragan billetes para el patrón dormido.

Pero aparece Tony en la esquina
se hace el gracioso y camina
moviendo la cola
y eso me basta para sentirme bien.



Surtidores

Ellos son masculinos
tienen todas las características
ojos vidriosos
brillantes por las noches
solo hablan de números
me miran con lascivia cuando paso
no saben bailar
y orinan de parados.

No cabe duda
estos estúpidos robots del capitalismo
son demasiado masculinos.



El tigre inmortal se murió

Un hombre es todos los hombres.

No hay tigres inmortales en la esquina
para una mujer en la noche,
hienas y lobos desesperados pululan en la calle,
señoritos de mañana
de saco y corbata
acarreando la prole a la escuela,
transmutan en chacales con ruedas,
miradas vidriosas
y gestos blandos
para el levante del viernes.

Los tigres se han extinguido.

Mujeres
a nosotras
nos quedan las manchas.



aldo luis novelli /poeta in-mundo /neuquén /patagonia /bordes del desierto
















Más de
Estúpidos mirones de televisión


Pájaros en el desierto

Este bar me gusta
tiene un aura a viejos delirios
marcas en las mesas de amores perdidos
manchas sangrientas de historias trágicas o celos violentos
y un inconfundible olor a fritanga.
Este bar me gusta sin remedio.

Hay pájaros en el vaso de cerveza
que tengo en la mano,
están aleteando con frenesí
se golpean contra el vidrio opaco que los encierra,
me divierto mirándolos,
pero mi sed es más grande
que una manada de choiques en el desierto.
Voy a beberlos
beberé pájaros salvajes
para aliviarme
para salir a buscar mujeres pequeñas
o grandes hembras
pero locas amantes de los pájaros
mujeres agrestes que vuelan sin destino
o caminan sin tiempo.

Los pájaros siguen vivos en mi cuerpo
picotean mis vísceras
beben de mi sangre,
estos pájaros silvestres me excitan
se arremolinan en mis genitales
elevan mi sexo al cielo,
tienen la tibieza de su vulva
las alas como labios
y el aroma de su piel desnuda.

Estos pájaros hacen lo que quieren
con mis días y sus noches
pero yo sigo bebiendo
en el copetín al paso
de esta ruta que cruza la tarde
como un tajo en medio de la fría estepa,
sigo bebiendo
hasta saciarlos de alcohol
hasta emborracharlos de desolación,
mientras ellas
allá afuera
vuelan bajito esperando por mí.




Boquita

Ayer vi unos tipos que iban en mionca
gritando con banderas y contentos
- debe haber ganado boquita – pensé.
Y después pasó un colectivo lleno de tipos
gritando con cara de felicidad
- seguro que ganó boquita – dije.
Y al rato tres camionetas cargadas al mango
de tipos gritando casi desesperados
- ¡que grande boquita! –.
Y atrás venía un Valiant II aplastado
por los tipos que venían adentro
gritando como locos
-¡ídolos!- les grité
con la bolsa de pan y el tetra
y levanté la mano con la “V” en alto/
y me puse contento de la alegría ajena
y de mi propia alegría/
y justo pasó un Dodge Polara
pintado bordó antioxido
y un flaco asomado a la ventanilla gritó:
¡VIVA LOPECITOOO!...

Y entonces me di cuenta que iban a morfar
un chori y una coca al estadio Ruca-Che/
y me puse a pensar
que si el conocimiento nos hace libres
como decía ese griego charlatán/
la ignorancia nos para el hambre
¡CARAJO!
y me sentí mal
aislado del mundo
afuera de la fiesta/
por esta maldita costumbre
de querer saber más de lo necesario/
y enterarme que Lopecito
los va a echar a patadas
y los mandará a comer ¡MIERDA!
o tendrán que reventar al almacenero de la esquina
para tomarse un torito tinto con fideos al tuco/
cuando el bueno de Lopecito...
sea presideeeenteeee.



El sueño del poeta

Cuando el poeta lee
hay aplausos a rabiar
algunos histéricos abucheos inaudibles
gritos y ovaciones/
tipos enloquecidos y vítores demenciales/
y dicha sea la verdad:
el poeta no lee muy bien/
ni sus poemas son para enardecer a vastas concurrencias
y mucho menos el tipo es un poeta
tocado por la fama o los honores de sus pares.
Pero hay que reconocerlo
nobleza obliga
cuando el poeta lee
hay energúmenos contra el alambrado
dispuesto especialmente para cuidarlo
oyentes fanáticos con ojos desorbitados y manos desesperadas
golpes en las mesas y cerveza volando por el aire.

Es una bacanal romana en medio de un mundo que se cae a pedazos.

Un solo detalle colabora en esas circunstancias
en que leo mis dolientes artefactos como si fueran grandes poemas
dos elegantes señoritas muy agraciadas
o sea un par de hembras que rajan la tierra del inmenso salón
se van desnudando a medida que los espectadores
aplauden y reclaman interminables bises.



Recompensa

He decidido acabar con esta vida disipada
convoqué a todas mis amantes actuales y pasadas
a mis novias y mis ex-esposas a un gran salón
el mismo día y a la misma hora
aparecí vestido de traje blanco y les dije:
"ustedes no se conocen
pero han sido o son mis gatitas,
quiero anunciarles que he decidido abandonarlas"
y me retiré antes del caos.

Sé que han formado un club de anti-fans
y me declaron "persona no grata".
otras me denunciaron a la fiscalía
por abandono de placer
las menos, se agruparon en una asociación
llamada "lesbianas tristes y abandonadas"
y emitieron un comunicado de "muerte al abandónico"
y abajo colocaban mi nombre.
Aparecieron pintadas en los paredones de la ciudad
"Recompensa de $ 1.000, al que elimine al desgraciado"
y el desgraciado era yo, por supuesto.

Por eso ahora soy otro
he cambiado mi identidad por la de un poeta serio y formal
ahora me hago llamar aldo luis novelli
y estoy haciendo todo lo que dictan las buenas conciencias
de la gente seria y circunspecta como la aquí presente,
para convertirme en un poeta famoso y respetable.
Estoy escribiendo poemas de amor y odas a la naturaleza
soy feminista, indigenista, defensor acérrimo del tercer sexo
del cuarto del quinto y de todos los que vengan.
Doy conferencias sobre la poesía femenina, la etnocultural
y la poesía de los indios kubala de africa oriental.

Pero debo confesarles una cosa
no veo la hora que toda esta campaña de marketing
que me han diseñado los asesores de imagen
para poetas candidatos al premio Nobel
termine de una vez por todas.
Me he enterado que las chicas del cabaret
han puesto un cartel en la puerta
"Se busca a nuestro amigo, vivo y sediento
recompensa dos whiskies y una mamada".-




Ofrenda

Yo soy ese tipo que ha cometido la osadía
de creerse poeta por unos instantes
esas efímeras eternidades que me tornaron insoportable/
y excavó con desesperación en el fondo de la noche
buscando palabras desconocidas
para dárselas al mundo en una jauría de gaviotas.

El que arrojó piedras a vagones ajenos de trenes inalcanzables
que cruzaban el oxidado horizonte del desierto/
el que pateó pelotas de trapo envueltas en viejas medias
en un potrero de cardos rusos gigantes y vientos furibundos/
y corrió entre cigüeñas negras y alacranes amarillos
para calmar la sed de infinito y el hambre de mujer.

El tipo que se dejó crecer la barba
y lanzó volantes rojos en el aire espeso de la ciudad
como un acto de rebeldía en medio de la derrota.
El que recorrió bares y cabarets
buscando a la hembra más puta del mundo/
y terminó durmiendo sobre las mesas
la borrachera de todos los poetas malditos de la historia.

Yo soy el pastor de ovejas descarriadas
adicto a las sombras bajo la gran luz.
El lobisón que se hizo hombre
en una noche de incontables lunas sin cielo.

Yo soy la oveja que se comió al lobo.

Yo soy ese tipo que llaman padre
el santo padre putativo corruptor de menores de espíritu
adúltero de vírgenes endemoniadas exorcista de toda estupidez.
El que cura las llagas de mujeres en pena
místico sanador de seres vulnerables de corazón.

Yo soy el dador de semen/ el precario proveedor de cielos.

El que camina bajo la noche en callejones oscuros
y hace discursos salvadores para un tiempo desquiciado
entre multitud de cartoneros/ desterrados y borrachos que aplauden y ríen
mientras las cucarachas observan la escena desde prudente distancia.

Yo también soy el tipo
que ha cometido la estupidez de escribir este poema/
él mismo/ que tiene ahora la insolencia de ofrendárselo a ustedes
como un brusco zarpazo en la voz del silencio.